jueves, 16 de agosto de 2012

50 sombras bajo las que refugiarse este verano

El sol calienta, la playa calienta, la gente que se pasea por la orilla calienta... todo calienta en verano, y más a orillas del Mediterráneo. Y además es la época idónea para leer. Y teniendo un best-seller oscuro y morboso en las listas de ventas de todo el mundo, no se me ocurre otra cosa que elegirlo -y priorizarlo a clásicos como "La conjura de los necios" o "Rayuela", que estaban en mi lista de to-do- y devorarlo.

"50 sombras de Grey", de E. L. James -bajo las asépticas iniciales del autor se oculta una mujer, aunque era de esperar- es la primera novela de una trilogía que, si bien promete mucho con esas portadas sugerentes y difusas, esconde una historia no tan retorcida como podíamos imaginar -aunque, puestos a imaginar... para mentes, colores-; eso sí: poco habitual en las listas de best-sellers.

No se trata de spoilear, sino de espantar o abrir el apetito. En un mundo literario dominado por blandengues como Federico Moccia -no digo nada de Crepúsculo porque no lo he leído, pero me atrevo a compararlo también-, quizás esta novela no es la más adecuada para las generaciones posteriores a las Spice Girls. Sin embargo, la lectura es casi igual de ágil y el romanticismo impregna cada una de las páginas. Es un secreto a voces que hay tintes sadomasoquistas, pero que no cunda el pánico: sí, diré la palabra, es light, es como cuando haces zapping por la noche y en los canales autonómicos captas un flash rápido de imágenes X rodeadas por mensajitos de chat que buscan pareja para charlar "o lo que surja" -por decirlo finamente-. Solo que esos flashes no van a ser visuales.

La han descrito como una novela porno para mamás, pero yo la describiría, ahora sí, como una novela estilo Moccia -mejor escrita, con un poco más de riqueza léxica, que no es difícil- para mayores de 18 años. ¿Es para chicas? No tiene por qué. Pero que la protagonista sea una jovencita de 21 años ya dice bastante, teniendo en cuenta que en la industria del placer, en todos los ámbitos, dominan los hombres -y tampoco va a ser una excepción aquí, ojo, spoiler-. De hecho, sería hasta interesante para un hombre -por no decir revelador y formativo- leer un relato erótico desde el punto de vista de una mujer.

Resumen: es entretenida para el verano, para leer en la playa mientras ves pasearse a la gente en bañador. E, incluso, absorbente. Oh, y apta para románticas que buscan algo nuevo.

PD. Es inevitable ponerle cara al protagonista, y mi consejo es: Ryan Gosling. Así, lógico que la novela te atrape...

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