He perdido un poco de práctica de escribir y tengo varias ideas revoloteando en mente, pero ninguna concreta. Supongo que me falta la chispita de la indignación, y con el estrés de mayo prometo pocas chispitas. Aunque ya ves tú, estrés de mayo para ser periodista... justo acabo de ver en la 1 la noticia sobre el Día Mundial de la Libertad de Prensa. Más de 50 medios han caído el último año. Trabajo precario, mal pagado (cuando se paga). Mucha dedicación, y suerte que esto es España, porque la censura y las ruedas de prensa sin preguntas son un mal menor comparadas con amenazas de muerte, que es lo que sufren los periodistas en otros países, por ejemplo, de Sudamérica.
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La prueba: Soraya y su varita. Magia oscura de Slytherin... |
Acudir a manifestaciones y concentraciones llama la atención y es un hecho simbólico, sí. Pero yo creo que con tanta simbología se nos escapa mucho: por ejemplo, cuando el diario Público está en las últimas (en su formato en papel), se crea un hashtag en Twitter que dice algo así como #salvemosPúblico. Pues sí, muy bonito y solidario. Arena fina. Pero lo que realmente lo hubiera salvado hubiera sido comprarlo de vez en cuando. ¿Para qué sirve pedir trabajos dignos y bien pagados si luego lo queremos todo gratis en internet? ¿de dónde van a sacar dinero las empresas periodísticas para pagar a los trabajadores? También es muy bonito salir a la calle a protestar por los políticos mediocres que tenemos, y realmente hace falta, pero si luego se vota "lo menos peor", ¿para qué sirve? Faltan las piedras, los cimientos, la iniciativa en este país: en la política, en la economía, en la educación... y todo eso SOMOS nosotros, los que formamos la sociedad.
Pero en fin, que cada uno tiene sus circunstancias, sus prioridades, y hace lo que buenamente puede y quiere.
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