jueves, 12 de abril de 2012

Telediario-show

Una tele actual: para besugos (en ambos sentidos)
Esta noche, mientras cenaba, he oído el mismo sonsonete de siempre. "¿Esto no lo hemos visto ya?". Pues sí, a la hora de la cena el telediario de la 1 es el mismo que el del mediodía. Como en El día de la marmota. Y luego ponemos en canal 24 horas para verlo otra vez. Ah, pero espera, ¿lo vemos? ¿O más bien nos limitamos a comer distraídos mirando imágenes que olvidaremos a los pocos segundos? Como peces viendo la tele, más o menos.

Estos días estoy leyendo La tiranía de la comunicación, de Ignacio Ramonet. Y precisamente habla de los telediarios, pero a su manera: la necrofilia televisiva. Todos sabemos, o al menos tenemos una ligera idea, de que la televisión está derivando en una absoluta basura, sobre todo en la franja del prime time, por la noche. A mí me resulta imposible hacer como en las elecciones y elegir "lo menos malo", porque todo me parece malísimo: telefilmes, teleseries, reality shows, pseudo-debates... Y los documentales o reportajes de TVE a veces tampoco se salvan.

Pero lo del telediario merece la pena comentarlo. Yo soy de las que cambian el canal cuando llegan los deportes, más que nada porque me importan un pepino. Pero hoy los estaba viendo y me he fijado en la trascendental noticia que estaban dando: no sé qué equipo se había quedado sin autobús y les habían llevado los reporteros, así que habían podido sacar -¡¡¡OH!!! qué emocionante- unas cuantas imágenes de los jugadores caminando hacia algún lugar. A eso han dedicado unos dos o tres minutos. El locutor estaba que no cabía en sí de gozo...

Y luego veo las noticias de internacional y Almudena Ariza tiene apenas dos minutos para informar de una noticia de China, porque es corresponsal. Y punto. Está claro que un telediario dura lo que dura, y caben las noticias que caben. ¿Pero qué prioridades están dando? ¿Y tratándose de un servicio público? El otro día leí esta genial entrevista a Enrique Meneses y decía que Rosa María Calaf (la periodista del pelo naranja, corresponsal de TVE en Asia mucho tiempo) muchas veces se quejaba precisamente de esto: de que al deporte le dieran mucho tiempo y a ella, para cubrir la actualidad -política, social y económica- de un país entero, un par de minutos.

¡NOTICIÓN! ¡El politono del rey es la risa de un bebé!
¿Pensáis que os informáis viendo el telediario?  Pues yo creo que no. Intentad recordar las noticias que habéis visto hoy. Eso de que una imagen vale más que mil palabras no siempre es cierto... especialmente cuando hay varias cadenas compitiendo por la audiencia. Prima la espectacularidad, el entretenimiento. La anécdota. Y las anécdotas sirven para reírte un rato en la cafetería pero no para informarte. Como dice Ramonet: informarse no es una actividad pasiva, no te sientas frente a la tele y te informas. Eso es resistencia activa a informarte (¡y ojo, que hoy el ministro de Justicia ha dicho que lo de la resistencia activa y la pasiva son cosas muy malas que merecen castigo!). Te va a tocar buscarte un poco la vida para hacerlo.

Pero quién tiene tiempo para leerse 3 periódicos y escuchar un par de emisoras de radio al día...

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