lunes, 21 de enero de 2013

¿Auditoría otra vez?

De buena mañana, el PP ha anunciado que realizaría una auditoría interna y externa de las cuentas del partido para asegurar el buen hacer y transparencia de sus miembros, en vista de las últimas informaciones vertidas por distintos diarios sobre el caso Bárcenas y unos supuestos pagos en B a la cúpula dirigente.

A primera vista, este anuncio parece una buena decisión: consecuente con la delicada situación en la que se ha situado el PP. Sin embargo, y gracias a una red social en la que se piensa y se comparte información como es Twitter, me he dado cuenta de que no es tan buena.

Primero: el Partido Popular ya se sometió a auditoría por el Tribunal de Cuentas, como apunta Pepa Bueno en una entrevista realizada a María Dolores de Cospedal en la Cadena Ser esta mañana (el vídeo está al final). Si el partido ya ha sido auditado y no había constancia de estos pagos en negro entonces, ¿qué se espera que cambie ahora? Parece más bien una auditoría para crear una falsa sensación de responsabilidad, de que se toman medidas.



Segundo: la encargada de la auditoría externa de las cuentas, según ha anunciado el propio Rajoy en el Comité Ejecutivo Nacional de la formación que lidera, va a ser la actual tesorera: Carmen Navarro. Un apunte: Navarro era la gerente del partido hasta hoy, en el mismo evento, donde ha sido designada tesorera. A pesar de los interrogantes que me genera este cambio repentino de funciones, me chirría el hecho de que un miembro del PP sea el encargado de auditar. ¿Que por qué? Veamos lo que dice el artículo 12.1 del Real Decreto Legislativo 1/2011, de 1 de julio, por el que se aprobó el texto refundido de la Ley de Auditoría de Cuentas:
Los auditores de cuentas (...) deberán ser independientes, en el ejercicio de su función, de las entidades auditadas, debiendo abstenerse de actuar cuando su independencia (...) pudiera verse comprometida.
¿Y qué podría amenazar la independencia de esta señora cuando audite a su partido?
Las amenazas a la independencia podrán proceder de factores como la autorrevisión, interés propio, abogacía, familiaridad o confianza, o intimidación.
Interés propio y confianza parecen un par de amenazas bastante plausibles, ¿no? Pero es que, además, si llegamos al artículo 13 nos damos con la primera (causa de incompatibilidad) en la frente:
a) La condición de cargo directivo o de administración, el desempeño de puestos de empleo o de supervisión interna en la entidad auditada (...).
Bueno, parece que ya sabemos por qué ha dejado su puesto de gerente. Como tesorera parece adecuada, y también como auditora, ya que según apuntan en este artículo "es una experta en contabilidad y manejo de grandes presupuestos". Pues muy bien, pero es como poner a auditar a tu empresa a la auditoría de tu tío: un poco oscuro (y contrario a la ley).

Conclusión: el anuncio de la auditoría va a colar y generar "tranquilidad" entre aquellos que no sepan todo esto. Pero el resto, incluida yo, nos debemos de estar preguntando: ¿qué van a hacer realmente? ¿Y a qué se refiere Cospedal cuando dice que van a "investigar lo que se tenga que investigar"? ¿Van a levantar ellos mismos la alfombra? ¿Encargar la investigación de los sobres a alguien afín? ¿Pedir a un órgano oficial que les investigue aun a riesgo de manchar la reputación del partido y salpicar, como amenaza Bárcenas, a dirigentes?

1 comentario:

Luis dijo...

Efectivamente, esto de la auditoría es una farsa se mire por donde se mire. No creo que ayude a generar confianza ni nada por el estilo, son decisiones hechas sobre la marcha y cada día sabemos mucho más sobre todo esto. A ver qué más se les ocurre...

Te dejo mi reflexión sobre los sobrecogedores.

¡Un saludo!

http://laleydelaveleta.blogspot.com.es/2013/01/los-sobrecogedores.html